

El entrenamiento sirvió para que retomar el contacto con la pista. Corrimos y rompimos a sudar, que era el objetivo fundamental.
Gus se encontró bastante bien, parece que su recuperación va por buen camino, aunque nos llevamos un pequeño susto en un movimiento forzado que nos hizo temer una recaída. Afortunadamente la cosa no fue a más y Gus volvió a la pista. Por lo demás, sin novedad en el frente, a excepción de las esperadas consecuencias que han tenido los excesos navideños.
Aún queda mucho trabajo que hacer, pero estamos en el buen camino.
¡A SEGUIR DISFRUTANDO!